TASA DE CAMBIO

En lo corrido de 2018, hasta principios de octubre, el promedio de la tasa de cambio del peso colombiano frente al dólar americano ha sido de COP 2,904, cifra inferior al promedio de la tasa de cambio observada en 2017 que ascendió a COP 2,951. A la fecha de elaboración de este documento, la presión alcista sobre la tasa de cambio continuaba con cotizaciones superiores a los COP 3,000 por dólar. De los factores que determinan el comportamiento comportamiento de la tasa de cambio (ver recuadro), dos han incidido al alza y uno a la baja. A continuación haremos un recuento del comportamiento de estos factores:

Precios del petróleo:

Es el factor que ha incidido a la baja. Durante 2017 el precio promedio del petróleo (referencia WTI) alcanzó USD 50.8 frente a los USD 65.7 observados en lo corrido de 2018. Si bien la producción de Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita se ha incrementado en 2018, la caída en la producción venezolana y los efectos en el mercado petrolero generados por el repudio del tratado firmado por el presidente Obama y otros cinco países con Irán, han sido factores que han jugado al alza en el precio de este commodity. La EIA calcula que el déficit de producción en 2018 alcance los 0.2 MBD.

Según la misma agencia, para 2019 se espera que haya un superávit en la producción petrolera a nivel mundial cercano a los 0.26 MBD. Este déficit sería bastante pequeño pero rompería con la situación observada en los dos últimos años. En consecuencia, no se espera que el precio del petróleo tenga una valorización significativa en 2019. Por el contrario, podría llegar a observarse una pequeña desvalorización. Las proyecciones de este documento se han realizado bajo un supuesto de precios de petróleo de USD 67.8 por barril en 2019 lo que implicaría una moderada presión alcista sobre la tasa de cambio.

Valor del dólar a nivel mundial.

Históricamente suele ser el principal determinante del valor del dólar en Colombia y en 2018 no ha sido la excepción. Durante 2017 el dólar perdió constantemente valor frente a las principales monedas del mundo: medido a través del indicador DXY18 el dólar se desvalorizó un 9.8% en ese año. Por el contrario, en lo corrido de 2018 –a consecuencia del incremento en las tasas de interés en los Estados Unidos– el dólar se ha fortalecido de manera importante: medido con el mismo indicador el dólar se ha valorizado un 4% en lo corrido de este año.

En cuanto a perspectivas, esta es, lamentablemente, la variable con mayor incertidumbre. Esta condición proviene del hecho de que hay dos fuerzas opuestas que ejercen presión sobre ella. Por un lado está la intención de la FED de seguir incrementando sus tasas de interés, lo que tiende a aumentar el valor del dólar. Este fenómeno debería exacerbarse en la medida que el creciente aumento en el déficit fiscal de los Estados Unidos ejerza presión adicional sobre las tasas  los Tesoros para acomodar las mayores necesidades de financiamiento. Ambos efectos deberían apreciar el dólar. Sin embargo, dado que la economía norteamericana está en una situación de pleno empleo, el mayor déficit fiscal deberá producir también un aumento en el déficit de cuenta corriente, lo que en principio iría en contra del fortalecimiento del dólar. Normalmente, los mercados tienden a poner mayor atención al diferencial de tasas que al déficit fiscal o al déficit de cuenta corriente,
por lo cual el efecto neto es de apreciación del dólar a nivel mundial y depreciación del peso.

Otro factor de incertidumbre tiene que ver con la discrepancia entre las proyecciones de la FED y lo que el mercado cree que realmente esa autoridad monetaria podrá aumenta sus tasas: al cierre de este documento, los indicadores de mercado indican que para finales de 2019 la tasa de política monetaria debería estar en 2.75%, por debajo del 3.25% que estima la FED. Las razones para este menor optimismo tienen que ver con lo expuesto en la sección sobre Estados Unidos en donde analizamos los factores que propiciarían un menor crecimiento de esa economía el próximo año.19 De llegar a ocurrir esta situación, existirían algunos incentivos monetarios para que el dólar deje de apreciarse o por lo menos que lo haga en forma menos contundente de lo que lo ha hecho hasta ahora.

Riesgo soberano:

como se explica en el recuadro, durante la primera mitad de 2017 la tasa de cambio en nuestro país se vio favorecida  a pesar de un momento internacional complejo debido a la posesión del presidente Donald Trump– por la aprobación de la reforma tributaria de 2016. Esta reforma, al garantizar temporalmente la sostenibilidad de las finanzas públicas, disminuyó el riesgo relativo de nuestro país frente a pares como Perú y Chile, propiciando una importante revaluación del peso colombiano.

En resumen, de cara al 2019 y dados los escenarios más probables para estos determinantes, de los tres factores considerados dos son alcistas (apreciación del dólar a nivel mundial y modesta disminución del precio del petróleo) y uno es bajista (riesgo país). Consideramos que el impacto sobre riesgo país es muy importante, pudiendo llegar a compensar por algunos meses los otros dos.

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