CONCESIONES VIALES DE CUARTA GENERACIÓN: ¿2019 SERÁ FINALMENTE EL AÑO?

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El programa más ambicioso de la historia de Colombia en materia de infraestructura vial, las Concesiones Viales de Cuarta Generación o 4G, con un portafolio inicial de 48 proyectos cuyas inversiones iniciales rondaban los COP 62 bn, incluyó alianzas público-privadas (APP) tanto de iniciativa pública (COP 40 bn) como privada (COP 22 bn). A la fecha, sin embargo, solo el 44% de los 32 proyectos finalmente adjudicados en el programa presentan algún grado de avance en su construcción, un resultado muy alejado de los planes iniciales.

Vale la pena mencionar que cuando fue planeado, en los años 2012 y 2013, el programa consideró tres olas de proyectos y un conjunto de iniciativas de tipo privado. En la actualidad apenas se han adjudicado los proyectos de las olas 1 y 2, la ola 3 quedó reducida a 2 proyectos (de 11 establecidos inicialmente) y de las iniciativas privadas se han adjudicado 11 de 17 proyectos.

Para 2017 se esperaba que ya se tuvieran adjudicados y con cierre financiero los 48 proyectos del programa, se estuvieran terminando las obras de la ola 1 y que las de la ola 2 estuvieran con un 50% de avance. En contraste, según cifras de la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), a principios de este año los proyectos de la ola 1 alcanzaban un adelanto promedio cercano al 26.6% en sus cronogramas de ejecución y los de las olas 2, 3 e iniciativa privada tenían un avance promedio de 5.3%.

A pesar del atraso y las dificultades, los montos comprometidos después de la adjudicación, ajustados por costos de capital y de operación, son superiores a lo inicialmente planeado pasando de cerca de COP 62 bn a poco más de COP 66 bn, aún con un tercio de los proyectos del portafolio sin adjudicar (16 de 48 proyectos). Son buenas noticias en la medida en que, si se cumple con estos montos de inversión pactados, el efecto multiplicador sobre la economía se ampliaría.

En todo caso, vale la pena mencionar que en lo que resta de 2018 y en 2019, parece haberse comenzado a despejar nuevamente el panorama para que se realicen nuevos cierres financieros y se pongan en marcha nuevos frentes de obra de proyectos que se encuentran en fases avanzadas de la etapa de gestión contractual y preconstrucción. Es innegable que aún existe un entorno enrarecido por la situación que atraviesan algunos concesionarios y proyectos dentro del programa, y que la confianza y el apoyo de algunos sponsors se ha ido perdiendo a medida que avanza el tiempo. De todos modos, se espera que en 2019 se logre el cierre de cerca de ocho proyectos pertenecientes a las olas 1 y 2 y al grupo de iniciativas privadas.

Dicho lo anterior y resumiendo, se proyecta que ocho de los nueve proyectos de la ola 1, seis de los nueve proyectos de la ola 2 y seis de los proyectos de iniciativa privada se encontrarán en fase de construcción el próximo año, totalizando así 23 proyectos marchando con frentes de obra activos. Según cálculos propios y con base en información provista por la ANI y el SECOP14, estos avances reportarían inversiones por un valor cercano a los COP 7 bn en 2019, de las que se esperan impactos significativos tanto en el valor agregado de las obras civiles como en el de otros eslabones de la cadena de valor de la construcción de infraestructura: servicios técnicos, científicos, administrativos y empresariales, servicios de alojamiento y alimentación, alquiler de maquinaria y equipo de transporte, industria manufacturera y servicios de intermediación financiera, entre otros.

Si estas proyecciones se concretan, es posible esperar un importante impacto sobre el crecimiento económico del país en 2019 a causa del efecto multiplicador del sector de obras civiles sobre la actividad económica, por un lado, y sobre el gasto vía formación bruta de capital. Esto haría retornar el crecimiento del valor agregado de las obras civiles a niveles más equiparables con su crecimiento en la última década y media (8.3% en promedio).