Cómo Atender la Pandemia para Contener los Efectos Económicos del Coronavirus
Por: Portalempresarial.org
De acuerdo con Pedro Videla, profesor de IESE Business School, la profundidad del daño económico del coronavirus trae consigo una incógnita, “porque no conocemos el tamaño, ni el impacto, ni cómo se propagará entre los países”. No obstante, se puede afirmar que la incidencia financiera es enorme, no tanto por la tasa de mortalidad sino por las medidas económicas adoptadas a nivel mundial para frenar la propagación del covid-19.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), calcula una disminución del PIB mundial del 2,5 al 2,6% para este año, lo cual es una reducción sustancial que puede tener un impacto aún mayor en la economía mundial. La amenaza del coronavirus demanda una actuación inmediata e inteligente de parte del sector privado. A continuación, se expondrá cómo atender la pandemia para contener los efectos económicos del coronavirus.
Consejos del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) de Barcelona
En primer lugar, se debe ser cuidadosos con las políticas que se adoptan. La Reserva Federal de los Estados Unidos, por ejemplo, ha estado inyectando dinero al sistema. Si se tiene un fondo de aprovisionamiento, pero se mantiene el problema en el valor de la cadena, no importa cuánto dinero se invierta, este no tendrá ningún efecto, y la verdadera eventualidad no se solucionará.
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En segundo lugar, sea cual sea el comportamiento del virus, este tendrá un efecto a largo plazo. Es decir, pase lo que pase, la pandemia podría implicar una reducción de la tasa de crecimiento mundial. Incluso, el golpe de la guerra comercial sumada al coronavirus podría desencadenar un proceso de desglobalización. El sector privado debe estar preparado para cualquier escenario.
Acciones para Reducir Costos Económicos y Sociales
Jorge Cárdenas, exdirector de la facultad de ciencias económicas de la Universidad Nacional, propone tres acciones para convertir el comportamiento responsable de las empresas en capital reputacional durante la pandemia. En primer lugar, Cárdenas hace un llamado a hacer un pacto de honor público por parte de las empleadores en el cual se manifieste: la voluntad de servirle al país y acompañar al gobierno en la emergencia, su disponibilidad para hacer sacrificios, la decisión de proteger a los clientes, el compromiso de no tomar ventajas de la escasez ni desviar los subsidios o estímulos que ofrezca el gobierno, el compromiso de no despedir trabajadores ni desmejorar sus condiciones laborales, y una suspensión del lobby o una “tregua” en las pretensiones de cada gremio en aras del interés superior.
Este pacto reduciría el riesgo moral de los subsidios estatales y crearía un clima de “confiar en la palabra” para que la situación fluya con normalidad. En segundo lugar, el economista solicita una línea telefónica con personal debidamente informado y calificado, en la cual se asesore a los pequeños y medianos empresarios que requieran apoyo de los gremios.
En último lugar, Cárdenas sugiere crear una instancia intergremial dedicada a atender la pandemia: sería el equipo de apoyo del vocero del sector privado ante la Presidencia, el Congreso, y el país. También, se contaría con los epidemiólogos, economistas y administradores de empresas necesarios para escoger prioridades, diseñar acciones e impulsar su ejecución. Finalmente, los gremios deberían allegar y refinar su información para alimentar el “plan de choque” que el gobierno necesita ejecutar en conjunto con el sector privado.
En tiempos de crisis, es indispensable poner el saber de los gremios y la capacidad de las empresas al servicio del país. Las ganancias en lo sanitario también serán ganancias en lo económico. Juan Ricardo Ortega, Coordinador General del Banco Interamericano de Desarrollo, afirma: “la economía global está en coma. Aquí va a tocar cometer errores, pero si hay claridad de diálogo, se puede seguir adelante”.
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