Primera Revolución Humana
Por William Elías Orjuela Ariza, Socio de Human Consulting
La humanidad está afrontando uno de sus mayores retos de supervivencia, lo que nos obliga de manera inmediata a evaluar lo realizado hasta el momento y dibujar conjuntamente un nuevo estilo de convivencia social, un nuevo modelo de gestión empresarial y una nueva estructura de gobierno en el que todos tengamos derechos y responsabilidades reales que nos permitan superar esta crisis anunciada para aspirar a un mejor futuro. Es el momento de comenzar, reinventarnos, transformarnos y enfocarnos en lo fundamental de la existencia.
Hasta hace pocos meses, los expertos hablaban con gran propiedad de las ventajas y beneficios para las empresas al incorporar las capacidades ofrecidas por las denominadas primera, segunda, tercera y cuarta revolución industrial, en las cuales las variables como la productividad, eficiencia, eficacia, rentabilidad y competitividad son las promesas centrales. Sin embargo, se dejaba completamente olvidado o visto de manera marginal, el papel que cumplen las personas en la sociedad, en las empresas y en el funcionamiento de los estados como un todo.
A estas variables podemos agregar otras no menos importantes como: el cuidado del planeta y la naturaleza en toda su expresión, el derecho de las personas que trabajaron toda su vida en una empresa, los trabajadores informales o independientes o que viven diariamente para sus atender sus necesidades básicas (como alimentación, vivienda, salud, educación, recreación) y los indispensables responsables de la salud física y mental de las personas.
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Así mismo, los educadores que deben formar nuevos y mejores seres humanos, el acertado liderazgo que se debe ejercer desde las posiciones de autoridad basado en valores y creando consciencia colectiva , los campesinos que cultivan la tierra y aseguran la adecuada alimentación, el cumplimiento de las leyes para una mejor justicia humana, el desarrollo permanente de las personas y su derecho a la felicidad, el impacto de la robotización y el teletrabajo en el núcleo familiar y el propósito fundamental de las empresas y su contribución al desarrollo social.
Este es el momento en que todas las disciplinas del conocimiento debemos unir nuestras capacidades para aprovechar la dura crisis y promover los lineamientos requeridos para la “Primera Revolución Humana” cuyo propósito es el crecimiento, desarrollo y bienestar de todas las personas, pero en forma armonizada con los objetivos institucionales, sociales o corporativos.
Sin duda, este es el reto que debemos superar en las circunstancias actuales y no será fácil. implica un cambio de mentalidad, desaprender, crear e innovar, pero es absolutamente indispensable para encontrar la luz al final del túnel y que el esfuerzo no haya sido inútil. Esta es la verdadera responsabilidad social y empresarial que nos convoca.
Podemos iniciar este proceso de transformación con sentido de solidaridad, colaboración y disciplina, valores mínimos de una sociedad moderna en la cual todos podemos aportar con un acertado liderazgo colectivo enfocado en el servicio como eje fundamental. Para comenzar, podemos tomar como marco de referencia los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” declarados por la ONU en el 2015 que unidos a las técnicas ya conocidas para evaluar el contexto, determinar la situación actual, dibujar el futuro deseado, definir una estrategia a la cual se puede aplicar un proceso de operacionalización con la guía de un mapa de ruta, en el cual las personas sean el centro de esta nueva arquitectura social de la cual todos podemos servir y disfrutar.
En este contexto, se necesita un nuevo modelo de gestión empresarial público y privado. Baker Tilly está dispuesto a acompañarlo de manera adecuada a planificar el nuevo futuro que su organización va a requerir para ser sostenible en momentos de crisis.