Manejo de Estrés Agudo en Medio de la Crisis

Por Alexandra Parra Rubio – Psicóloga especialista en Gestión Humana y Derecho Laboral

Vivimos momentos de crisis, y nos sostenemos en quienes saben mantener los pies sobre la tierra. En la empresa, el área de Gestión Humana es la encargada de sostener a sus equipos de trabajo por medio de una orientación integral que les permita salir a flote en medio de la confusión. En estos días de cuarentena, las empresas se han visto enfrentadas a nuevos retos para coordinar su operación a distancia cuando se tiene la opción y la facilidad de hacer el llamado “Home Office”.

Asumir el Reto

Sin embargo, al ser un escenario para el cual no estamos preparados, hemos podido ver cómo algunas personas logran adaptarse a este tipo de cambios de una forma adaptativa, mientras que a otros no les ha sido nada fácil. Esto nos genera nuevos escenarios en los que se hace urgente identificar las herramientas de las que disponen las empresas en términos de marcos legales y campos de actuación para atender a estas dinámicas de forma que logremos mantener la operación y producción de las empresas al menor costo humano posible.

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Sabemos que hay que hacer algunos sacrificios, pero debe hacerse el mejor esfuerzo para salvaguardar el bienestar psicofísico, de manera que los equipos puedan asumir este cambio y seguir avanzando en la consecución de los logros que se hayan trazado mucho antes de atender a esta emergencia mundial.

Resolución 2409

El pasado 2019 nos dejó la publicación de la Resolución 2404 de 2019 que permitió profundizar en el papel de la empresa en la intervención del Riesgo Psicosocial, un papel clave que nos presenta grandes desafíos por el nivel de complejidad de la realidad psicosocial.

La Resolución mencionada incluye la medición con la Batería de Riesgo Psicosocial y adicionalmente entrega las siguientes herramientas: una guía, un protocolo de indicaciones generales, seis protocolos de aplicación para cada empresa y seis protocolos adicionales que deben ser aplicados de acuerdo al sector.

Reacción a Estrés Agudo

Entre los protocolos de intervención general tenemos el Protocolo de Prevención y Actuación en el entorno laboral, que especifica la Reacción a Estrés Agudo. Esta norma anticipa la posibilidad de vernos enfrentados a circunstancias imprevistas que “ponen en riesgo la integridad física y emocional de las personas” y reconoce que hay diferentes formas de afrontarlas de acuerdo a “características de la personalidad de quien los experimenta, los recursos de apoyo social”.

Con estos recursos o la falta de idoneidad en ellos, que se entiende por estar enfrentados a una dinámica completamente desconocida para la mayoría, podemos derivar en individuos con “la posibilidad de experimentar una situación de estrés de características severas, que puede incluso derivar en un trastorno de estrés agudo”. La norma termina apuntando que la presencia de desastres naturales y emergencias aumentan el riesgo de experimentar situaciones traumáticas.

En el alcance de este protocolo se determina con claridad para qué fue realizado: “este protocolo se centra en brindar orientación para el desarrollo de actividades de prevención y atención de la reacción a estrés agudo en el entorno laboral que forma parte del conjunto de reacciones a estrés grave y trastornos de adaptación”.

Así que, en sentido práctico, ¿qué podemos utilizar del mismo y a la vez dar cumplimiento a la norma? Clasificaremos las actividades en dos grupos: actividades de Prevención de reacciones a Estrés Agudo y actividades de manejo de los trabajadores afectados por la reacción a Estrés Agudo.

Actividades de Prevención de Reacciones a Estrés Agudo

En primer lugar, están las actividades de psicoeducación. Estas pueden desarrollarse a través del uso de: medios electrónicos, plegables, charlas, talleres, películas, y carteleras en sitios de acceso público. Así mismo, pueden utilizarse correos, mensajes e información sobre el manejo de las situaciones que de acuerdo a su situación puede presentar como: manejo de protocolos de trabajo en casa, gestión de agenda de actividades en el hogar, manejo de estrés en situación de confinamiento, y uso del tiempo libre.

En otros casos: mensajes de apoyo y reconocimiento a los trabajadores que deben seguir en su trabajo, manejo de servicio al cliente en situación de emergencia, etc. En este material se debe resaltar la responsabilidad del autocuidado.

En segundo lugar, están las actividades de apoyo psicosocial básico: estas actividades deben ser realizadas con cuidado de no generar intervención terciaria, la empresa solo puede realizar actividades de atención primaria y secundaria, las de actividad terciaria les corresponde a las instituciones de salud. No se le pide y no debe prestar servicios de atención especializada, que como ya dijimos les corresponde a las instituciones de salud.

En este sentido se pueden realizar actividades como: crear grupos de apoyo a través de herramientas como las redes sociales, donde en espacios cerrados para los trabajadores de la empresa se favorezca el diálogo sobre las situaciones que se están afrontando, se envíen mensajes de orientación y apoyo. Gestión Humana debe monitorear estos espacios, establecer reglas de uso de los mismos y establecer roles a diferentes personas para que apoyen el proceso.

Liderazgo

Por otro lado, es vital identificar personas con liderazgo dentro de los grupos, que tengan madurez personal y que sean referentes en el manejo de este tipo de situaciones, brindarles capacitación sobre el manejo de la situación, información sobre las disposiciones de la empresa y sus razones y empoderarlos como gestores de manejo de crisis, de tal manera que apoyen a sus compañeros a través de llamadas, mensajes por redes, etc. Y se conviertan en parte de la red de apoyo en este momento de crisis.

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