Seguros sostenibles para grandes riesgos
Dada la creciente complejidad que van adquiriendo los grandes grupos empresariales, se hace esencial realizar la transferencia de una buena parte de sus riesgos a una entidad de carácter financiero, mediante un proceso riguroso y bien estructurado.
En efecto, hay una serie de factores que tienen una incidencia notable en la compleja evolución de los perfiles de riesgo de las empresas:
- La internacionalización de los negocios lleva a que una misma entidad deba replicar su modelo de negocio en entornos legales, económicos y culturales que pueden ser diferentes. Eso trae a la par una problemática en cuanto a que distintas regulaciones actúan según textos que no son exactamente los mismos y con interpretaciones de distintas jurisprudencias. El efecto de esto es que lo que se interpreta como una verdad absoluta en el país de origen, puede ser una verdad relativa o ni siquiera una certeza en otros mercados.
- La velocidad con que avanza la digitalización del conjunto de la actividad de una empresa hace que no solamente haya que estar invirtiendo permanentemente en mejoras y actualizaciones, sino que también se deba anticipar a las posibles disrupciones en los sectores económicos en que opera. Eso hace que muchas empresas vayan cambiando su modelo de negocio y por tanto los riesgos a los que se enfrentan.
- Fenómenos relacionados con el cambio climático aportan incertidumbre a las previsiones de los daños catastróficos que puedan producirse y tienen la potencialidad de revolucionar la envergadura de las pérdidas.
- El entorno político en todo el mundo ha entrado en una dinámica diferente, donde la aparición de algunos movimientos exacerbados, puede incrementar los riesgos de inestabilidad en muchos de los países donde las grandes empresas desarrollan sus negocios.
- Por último, la incertidumbre financiera hace más difícil gerenciar los riesgos crediticios.
Por lo tanto, los grandes grupos económicos deben adaptarse a este entorno cada vez más desafiante y para ello necesitan trabajar con contrapartes en el sector asegurador que tengan la capacidad financiera, operativa y técnica de adecuarse junto a sus clientes a estos nuevos entornos. Por eso, crear relaciones a largo plazo, donde las partes desarrollen la estabilidad y la confianza necesarias para trabajar, es imprescindible para que un gestor de riesgos profesional pueda hacer su tarea con tranquilidad.
Este relacionamiento a largo plazo es un trabajo en equipo donde la empresa, la aseguradora y el bróker de seguros pueden realizar en conjunto una planificación y aprovechar lo mejor del mercado asegurador, para adaptarse según las circunstancias y usar mecanismos como el reaseguro, el coaseguro o la constitución de cautivas que permitan la retención de riesgos de una forma estructurada y eficiente. Esta forma de trabajar es parte de la filosofía de Chubb y creemos firmemente que es un modelo mucho más beneficioso para los clientes, que el trabajar con un enfoque a corto plazo priorizando únicamente la reducción sistemática del coste de la transferencia de riesgo.
Fuente: Central de Noticias AndeanWire
Source: Andean Wire