140 minutos en Transmilenio equivalen a respirar 24 horas de aire contaminado
- Durante 11 meses un grupo de investigadores de las Universidades de La Salle y Los Andes midió la calidad del aire que respiran los usuarios de TM, tanto al interior de los buses como en las estaciones.
- Las concentraciones dentro de los buses viejos (Euro II o III) son dos veces más grandes que en buses nuevos (Euro IV o V). La anunciada renovación de la flota puede reducir en gran parte la exposición de los usuarios.
El sistema Transmilenio es mundialmente conocido. Hoy día permite que 2.5 millones de personas vayan a sus actividades diarias y vuelvan a sus casas, de manera rápida. Sin embargo, en los últimos años, han quedado en evidencia las dificultades técnico-mecánicas de muchos buses como consecuencia de su prolongado uso, su edad y deficiente mantenimiento. Lo anterior, también ha causado altos niveles de contaminación del aire para los usuarios del sistema.
“Encontramos que un viaje de ida y vuelta un usuario de Transmilenio recibe el 60% de la dosis diaria de PM2.5 y además entre el 79 y el 90% de la dosis diaria carbono negro (hollín). Esta dosis de sustancias tóxicas recibida durante un desplazamiento que en total suma 2 horas y 20 minutos es 1.2 veces mayor que la dosis que una persona debería respirar a lo largo de 24 horas, según los niveles de concentración recomendados por la Organización Mundial de la Salud”, explica Boris Galvis, docente investigador de la Universidad de La Salle y Phd en Ingeniería Ambiental.
Las concentraciones promedio de hollin en 52 de los 180 buses analizados, exceden los 100 μg/m3, esto es, 100 microgramos (millonésima de gramo) por metro cúbico. Según los expertos, estos niveles no han sido detectados en ningún otro de los sistemas de transporte del mundo donde se han realizado estudios de este tipo. Este contaminante no tiene una norma, pero está asociado con humos derivados de la combustión de diésel, que son reconocidos cancerígenos.
“En promedio, los niveles de contaminación partículas finas dentro de los buses son 8 veces más grandes que los medidos por la red de calidad del aire de la ciudad. Los de monóxido de carbono son 4 veces más grandes y son aún más altos, aproximadamente 11 veces para material particulado fino y 7 veces para monóxido de carbono en los buses más viejos (Euro II y Euro III) ”, añade Galvis.
Estos resultados coinciden con lo señalado recientemente por expertos de la universidad de La Salle y otras reconocidas universidades del país quienes también señalan que el material derivado de fuentes de emisión como camiones, camionetas, buses y volquetas, que usan combustible diésel son los grandes contaminantes del aire de la capital.
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Según el tipo de bus aumenta o disminuye la contaminación
Los resultados del estudio, cuando se midieron concentraciones en la estación subterránea del Museo Nacional y dentro del único bus eléctrico del sistema, sugieren que las emisiones de combustible diésel que vienen de cada bus y de los demás buses que viajan adelante, al lado o atrás quedan atrapadas dentro de los buses y las estaciones, lo cual explica porque son tan altas las concentraciones de contaminantes.
El impacto de estos contaminantes es significativamente menor en buses más nuevos, con mejores tecnologías como los Euro IV o V. La inminente renovación de la flota de Transmilenio puede reducir significativamente la exposición de todos los usuarios del sistema a contaminantes del aire y es una oportunidad irrepetible para medir las reducciones reales en las concentraciones dentro de los buses y las estaciones demostrando avances en este tema.
Efectos en la salud más allá de lo respiratorio
Estudios internacionales de comprobada veracidad señalan que los efectos que las minúsculas partículas causan en la salud humana están relacionados con enfermedades de tipo respiratorio como la bronquitis y en problemas cardiovasculares. En los niños favorecen el desarrollo de asma y alergias.
“En el caso del PM2.5, por su tamaño son 100% respirables y llegan a los pulmones, luego a los alvéolos y pueden incluso llegar al torrente sanguíneo. Toda la evidencia científica revela que las partículas PM2,5 tienen efectos serios sobre la salud. En buena parte porque son muy ligeras, permanecen más tiempo en el aire, prolongando sus efectos tóxicos y viajando grandes distancias gracias al viento”, explica Ricardo Morales-Betancourt, docente investigador de la Universidad de Los Andes.
Datos técnicos del estudio
- Tiempo de recolección de muestras : 136 horas de medición dentro de los buses, 802.2 km recorridos.
- Tiempo total del estudio: 11 meses
- Total de buses analizados: 180
- Estaciones analizadas: 39 (Algunas fueron: Museo Nacional, Portal Norte, Portal Suba, Portal Usme)
- Número de investigadores: 6 investigadores y más de 10 estudiantes
- Sistema de análisis: monitores portatiales de partículas (TSI, Dusttrack ), de carbono negro ( Miroaeth Labs, AE51), y de moxido de carbono (DeltaOhm) .