Cultura de Transparencia Dentro de las Compañías
- Aunque una cultura de transparencia puede ser beneficiosa, demasiada apertura puede crear condiciones donde los empleados sientan que su autonomía y singularidad están siendo desafiadas y convertirse en un modelo contraproducente.
- En la actualidad, las empresas que cuentan con una cultura de transparencia son las más demandadas por los empleados.
Con el desarrollo de la tecnología el acceso a la información ha tenido un alcance sin precedentes. Las personas cada vez obtienen más conocimiento, y en términos laborales, los cuestionamientos por parte de los empleados frente a la información que les brinda su empleador han aumentado. Además, exigir una cultura organizacional mucho más transparente se ha convertido en una necesidad a la que las empresas han respondido de forma positiva.
Esta respuesta hace parte de una tendencia más amplia y compleja que se ha popularizado en el mercado laboral actual y como parte de esta, las empresas se han enfocado en adquirir diferentes herramientas que las ayuden a evolucionar y convertirse en organizaciones más humanas y auténticas.
En un estudio reciente de Sprout Social, firma de consultoría de redes sociales, se concluyó que los empleados y consumidores exigen a las organizaciones que sean más abiertas con sus políticas y acciones. Según los resultados, más del 86% de los encuestados en Estados Unidos cree que una cultura de transparencia en una empresa es de vital importancia.
¿Qué define a un buen negocio?
Teniendo en cuenta lo anterior, un buen negocio está definido por una cultura transparente en la que los líderes tengan la posibilidad de tomar decisiones más informadas y complejas, lo que puede llegar a ser muy beneficioso, pero ¿Qué tan abierta debe ser una cultura empresarial cuando se trata de contratar y retener candidatos?
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Paola Pulgarín, Associate Partner de Page Executive, firma que pertenece a PageGroup, asegura que “las empresas en las que la información fluye libremente entre directivos y empleados, de forma horizontal, y hacia afuera con los clientes, candidatos y otros involucrados, son elogiadas por los expertos al ser las más interesantes para el público externo”.
Sin embargo, diferentes estudios demuestran que una cultura de completa apertura e inclusión, aunque puede ser muy buena, puede resultar contraproducente. David De Cremer, profesor de administración de la universidad de Cambridge aseguró que “demasiada transparencia podría crear condiciones en las cuales los empleados sientan que su autonomía y singularidad está siendo desafiada.”
Pros y contras de una cultura de completa apertura e inclusión
Encontrar el equilibrio correcto empieza con la selección de los candidatos. “La manera como se manejan a candidatos potenciales tiene alto impacto en la reputación como compañía. Ellos desean saber con exactitud qué esperar, especialmente en puestos ejecutivos, la gente quiere retroalimentación inmediata. ¿Cuántos candidatos más hay? ¿Cuál es el siguiente paso? Una de las mayores frustraciones de los candidatos en cualquier nivel es que el proceso no sea claro”, añadió Pulgarín.
Otro tema para tener en cuenta es la forma en la que una cultura empresarial de transparencia puede afectar la retención de los mejores miembros de un equipo, ya que cuando una empresa cuenta con una estructura completamente abierta, la sensación de sentirse expuesto y bajo escrutinio constante aumenta.
De acuerdo con un estudio de la escuela de Negocios de Harvard, este tipo de transparencia radical puede tener el efecto contrario “demasiada transparencia puede hacer que los empleados se sientan incómodos y eventualmente se vayan. Las compañías deben entender que para retener a los colaboradores es importante tener un balance entre transparencia y privacidad.
Es por esto por lo que es importante que las compañías entiendan que mayor apertura no necesariamente produce una cultura empresarial sana, una confianza enriquecida o un mejor desempeño. La búsqueda de ser más abiertos, honestos y claros es una necesidad en tiempos cuando los valores humanos deben ser protegidos y valorados.
“La transparencia debe ser una cultura flexible, así como un sistema de valores y no un proceso rígido. Realmente la transparencia está basada en la comunicación asegurando que los empleados, clientes y personas involucradas conozcan el propósito de la compañía y su estrategia, así como su rol en ella” concluyó Pulgarín.