El ciclo del desempleo al empleo y sus 4 estados
- Según un estudio de la Universidad del Rosario sobre los patrones de satisfacción laboral urbana en Colombia, en términos de insatisfacción en su trabajo actual, el 11.3% de los asalariados,
- Se declaran insatisfechos en su trabajo actual (hombres 10.7% y mujeres 12.19%) y el 16.4% de los ocupados cuenta propia (hombres 15.8% y mujeres 17.0%).
No todos los ciclos de desempleo inician de la misma manera. Algunos han quedado cesantes después de una reestructuración, otros tomaron la decisión de renunciar porque no aguantaban más y otros simplemente siguen aguantando, sintiéndose insatisfechas con su trabajo actual y por lo tanto quieren encontrar uno nuevo. Independientemente de la razón, el punto es el mismo: encontrar una nueva oportunidad laboral.
Según César Escobar, Coach laboral, el ciclo del desempleo al empleo pasa por cuatro estados:
1. Afán – la rapidez de encontrar un trabajo como sea.
En la primera etapa, la presión económica y social obliga a la persona a buscar rápidamente una nueva oportunidad. En este afán, el sujeto pone toda la acción en terceros, pensando que le van a salvar el pellejo, dejando de lado elementos importantes: como es el auto conocimiento y la investigación de mercado. Lo que tiene esta persona es afán, por ende, no tiene tiempo para esas cosas y suelen cometer 3 errores típicos
- Que le arreglen la hoja de vida, dejarla genérica y distribuirla por toda la ciudad sin importar que no tenga ningún enfoque.
- En la entrevista, responder lo que cree que quieren escuchar.
- “Networking” abusivo, buscar a todos los amigos y conocidos para decirles “si sabe algo, me avisa” “estoy buscando en lo que sea”, en pocas palabras está poniendo al amigo a buscar por él.
2. Desconfianza: Incredulidad y falta de autoestima.
Después de pasados unos meses en el que aún no se ha logrado el objetivo, el individuo entra en una depresión propia de la búsqueda de trabajo, echando la culpa de sus males a su entorno, nunca responsabilizándose el mismo. Esto conlleva a una profunda desconfianza que se expresa contra 3 actores: el país, el mercado y su condición.
3. Reestructuración: enfoque y estrategia
Algunas personas llegan a la conclusión que, para tener una búsqueda laboral exitosa, necesitan estrategia. Para tener estrategia, necesitan enfoque. Por eso se toman una tregua, un espacio personal donde pueden descubrir su objetivo laboral y establecer acciones concretas para lograrlo.
En este proceso la persona arma su identidad laboral, tras un proceso de auto conocimiento que le permite establecer su valor agregado. Ese mismo es comprobado haciendo una investigación de mercado que le permita saber dónde su valor agregado es necesario, útil y valorado.
Gestión: acciones enfocadas con alta utilidad
En la última etapa, la persona busca trabajo, pero de forma estratégica y enfocada. Se dedica a dos actividades: preparación y conexión.
- Preparación: Al conocer las competencias requeridas en los lugares donde quiere acceder, entra en un proceso de prepararse en las competencias que le hagan falta y afirmar aquellas que ya tenía. La persona entiende el concepto de “estar desempleado no quiere decir estar desocupado”.
- Conexión: Este networking difiere del anterior ya que las preguntas son claras, enfocadas. Segundo, la persona está buscando información, que presenta una actitud diferente a la de tratar de “embutir” la hoja de vida a todos.