Cómo Sacarle Jugo a la Resiliencia
Por: Portalempresarial.org
La resiliencia es la habilidad que nos permite recuperarnos de golpes emocionales cuando las dificultades impactan nuestra vida. Al desarrollarla, tendrás la capacidad de levantarte y seguir avanzando. A continuación, te enseñaremos cuatro estrategias que puedes empezar a aplicar desde este momento para ser más fuerte emocionalmente.
En primer lugar, es importante aclarar que la resiliencia no es una habilidad natural con la que nacemos. Para ser resilientes, se necesita compromiso y determinación. La fortaleza mental no se desarrolla en un par de días. Al contrario, es un proceso de crecimiento que puede durar muchos años, como una batalla en la que cada día decides levantarte y continuar para seguir fortaleciéndote.
Reconocer y Recordar
Metafóricamente hablando, contempla tu reflejo en el espejo y determina con claridad qué es lo que más te preocupa. Sé sincero contigo mismo(a), y ponte a reflexionar sobre las peores adversidades que has atravesado y reconócelas por más grande o pequeñas que hayan sido. Si en algún momento te causaron estrés o preocupación, son válidas. Este proceso puede ser muy incómodo porque rara vez queremos observar aquellos elementos que nos han causado dolor. A pesar de ese malestar emocional que puedas sentir, busca la fuerza y la confianza para afrontar las situaciones negativas que surgieron.
Una vez que atravieses este camino, recuerda que todos esos momentos ya los lograste superar y date cuenta de que ya ejerciste la resiliencia en algún punto al enfrentar esas grandes adversidades en tu vida como lo pudo haber sido quedarte sin trabajo o la pérdida de un ser querido. Recuerda, estas situaciones no te destruyeron completamente.
A partir de estas experiencias, comienza a explorar en los beneficios que surgieron. En introspectiva, puedes tener una mejor visión y darte cuenta de lo que aprendiste. Este paso te dará más confianza. Esta será la base para tu estructura mental, en la cual las malas experiencias tienen el potencial de seguir alimentando tu crecimiento.
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Conocerte y Actuar
Si quieres ser una persona resiliente, tienes que tener un profundo conocimiento de tus fortalezas. Cada persona es única y todos contamos con alguna habilidad especial. Para ello, realiza el siguiente ejercicio: coge lápiz y papel y escribe: 1) cuáles son tus fortalezas, 2) cómo las puedes utilizar, y 3) cómo las puedes seguir desarrollando y perfeccionando. Una vez traces una ruta te será mucho más fácil llevarla a la realidad.
Ahora bien, una vez tengas esto claro, ¡es el momento de actuar!, existen dos clases de personas: los que se quejan, y los que solucionan. El primer caso está conformado por personas con mentalidad de víctima que sólo saben criticar y señalar lo que nos les gusta. Mientras tanto, el segundo grupo, está conformado por personas resilientes que buscan cómo mejorar su situación personal, la de su familia, y la de su comunidad.
Al tener este modo de pensar, descubrirás un nuevo modo de vida en el cual tu mentalidad se irá fortaleciendo gracias a que eres consciente de que en tus manos tienes toda la capacidad de solucionar múltiples cosas que han estado fallando.
Compartir y Elegir
Uno de los grandes indicadores que muestran que alguien puede salir de una catástrofe es a través de su entorno. Las personas rodeadas de un grupo que las apoyan tendrán una mayor posibilidad de superar una adversidad. Resiliencia también es tener la humildad suficiente para darse cuenta de que en equipo se pueden encontrar soluciones y resolver problemas. Invierte tiempo en conocer a nuevas personas, fortalecer relaciones existentes y fortalecer vínculos con aquellos que son las personas más importantes en tu vida.
Soltar y Confiar
Muchas veces el efecto negativo de las dificultades que impactan nuestras vidas, no está en el acto sino en el ciclo negativo de nuestros pensamientos. Si un evento desagradable ya pasó, déjalo ser. No pierdas tiempo pensando en lo que hubieras podido o no haber hecho. Reciclamos constantemente nuestros pensamientos negativos porque sentimos en el fondo que entre más pensemos en ello, más fácil será encontrar una respuesta al problema.
Finalmente, trabaja en tu autoconfianza. Esta es una de las habilidades más importantes que puedes cultivar. Las personas que atraviesan grandes dificultades aprenden a darse cuenta de su fortaleza. No tengas miedo de los nuevos retos que aparezcan en tu vida. Retraerte en tu zona de confort no te permitirá sacarle provecho a las aventuras que te están esperando allá afuera. En todo este proceso estarás aprendiendo a lidiar mejor con todas las crisis, y cada experiencia negativa que encuentres, te ayudará para seguirte preparando y fortaleciendo. Si quieres aprender más herramientas para resolver tu crisis, sintoniza aquí a la experta en crisis, Rocío Fierro.
Fuente: Full Perception
Investigación: Carolina Rodríguez Monclou – Líder de Comunicaciones de Portal Empresarial
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