La Calma en Tiempos de Coronavirus
Sin querer desmeritar la seriedad de la situación de pandemia en la que estamos, ni querer llevar a las personas a desacatar las medidas preventivas necesarias y lógicas que la situación requiere, es importante (para el bienestar psicológico de muchos), entender hasta qué punto es nuestro entorno realmente peligroso. En primer lugar, para la mayoría de nuestra población el entorno de cada día es desafiante, y muchos de ellos le tienen miedo al futuro… incluso sin coronavirus.
Por lo tanto, el miedo puede ser muy lucrativo y aquellos que se benefician de este invierten grandes cantidades de dinero y de esfuerzo en mantener a la gente lo más asustada posible. Ese es su negocio. Del mismo modo, hay profesiones que necesitan un entorno peligroso para existir. Esto incluye profesiones tales como la del político, el policía, el periodista, el vendedor de seguros, el vendedor de medicamentos, y otros.
Estas personas venden un entorno peligroso. Sienten que si no le vendieran a la gente la idea de que el panorama es desafiante, se quedarían rápidamente en bancarrota. Como consecuencia, les interesa hacer que la situación parezca mucho más peligrosa de lo que es. No obstante, nuestro entorno ya es lo suficientemente peligroso. No es necesario empeorarlo. Para cada persona que no ha podido alcanzar sus propias metas y su propio destino, la pandemia puede parecer muy abrumadora incluso sin la “colaboración” de los periódicos y los noticieros. Teniendo esto en cuenta, ¿por qué, entonces, la gente se empeña en hacer que el covid-19 parezca más peligroso de lo que ya es?
Los Mercaderes del Caos
Existen personas que se podrían llamar “mercaderes del caos”. Gente que quiere que el entorno parezca muy, muy perturbador. Individuos que obtienen algún tipo de ventaja, (o eso es lo que piensan), si hacen que el ambiente parezca más amenazante. Sobre todo, los canales de noticias son claros ejemplos. Las buenas noticias son una especie en vía de extinción. Los periodistas promueven el pánico. Como resultado, no solamente informan sobre las partes más amenazantes de las noticias, sino que también lo hacen de forma sensacionalista, haciéndolas peores de lo que son.
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Sin embargo, no sólo los políticos y los periodistas son mercaderes del caos… Una de cada 5 personas maquilla la información para hacerla ver más “desafiante”, ya que quiere manipular a los demás o tener más control sobre su comportamiento… o por lo menos eso piensa que puede lograr.
La Base de Esto es el Miedo
El miedo se define como la incapacidad de confrontar. Cuando uno tiene miedo, no puede percibir lo que sucede en su entorno. No es capaz de diferenciar cosas evidentemente diferentes, y es muy influenciable (manipulable), y es esto, precisamente lo que quieren los mercaderes del caos. Sin duda, el nivel de salud de una persona, el nivel de cordura, de actividad y de ambición, dependen de su apreciación de la peligrosidad del mundo que los rodea. Hay lugares de verdadero peligro, pero hay también espacios a los que se hace parecer más macabros de lo que son en realidad.
Qué Hacer al Respecto
En general, hay varios procedimientos para hacer sentir mejor a los demás y traerles calma, por difícil que parezca la situación. Cuando una persona tiene miedo, asocia todo con aquello a lo que le tiene miedo: su sofá, sus compañeros de trabajo, la ventana, todo es un peligro potencial. La solución está en hacerlo diferenciar lo que es peligroso de lo que no lo es.
Como primera medida, es necesario encontrar algo que no esté siendo una amenaza. Aún más, cuando una persona está demasiado trastornada o confundida, uno puede hacer que mire alrededor en su entorno y que descubra algo que no esté siendo una amenaza para ella. Continúe haciendo esto hasta que la persona esté muy feliz o aliviada. Puede hacer este ejercicio con un grupo (por ejemplo, con sus empleados), preguntándoles qué consideran que en su empresa no es una amenaza. Deje que ellos encuentren y mencionen varias cosas, hasta que sienta que están mejor.
En segundo lugar, es recomendable que se desconecte de las noticias por un tiempo si estas le están causando ansiedad. Si bien es importante es estar informado, no es necesario estar obsesionado con la prensa constantemente. Esta es una acción simple pero muy efectiva que puede cambiar de forma notable la forma de ver la vida que tiene una persona. Adicionalmente, procure desconectarse de las redes sociales que le presentan malas noticias también. En Facebook, por ejemplo, puede darle clic a los tres puntos en la esquina superior derecha de una publicación de noticias, y darle clic a “no ver más publicaciones como esta”. Si lo repite con una docena de publicaciones, habrá “limpiado su feed” en cierta medida.
Por último, dé un paseo. Finalmente, nuestro consejo más simple, que puede aplicar usted mismo si se siente muy estresado por la situación del entorno, o que puede hacer que otra persona aplique: salga a la calle. El esfuerzo aquí se centra en conseguir que la persona inspeccione su cotidianidad y descubra que hay un poco más de seguridad en él. Uno sólo quiere que la persona mire y descubra si el entorno es tan amenazante como aparenta serlo.
Para acatar con todas estas recomendaciones ante momentos que pueden llevar al pánico debido a la incertidumbre de su naturaleza, Jairo Pinilla Gutiérrez, Gerente General Performia Colombia, recomienda “si usted investiga realmente, se dará cuenta de que es probable que el pánico esté, en gran medida, fuera de proporción”. La invitación está entonces en aceptar la realidad tal y como se presente, no de forma fatalista o negativa sino con una actitud asertiva y objetiva.
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