Conozca cómo debe rehabilitarse un paciente con Parkinson

  • Es necesario que el paciente inicie un proceso de rehabilitación integral porque el Parkinson afecta condiciones neurocognitivas, la velocidad de ejecución de movimiento y procesamiento de información.

En el mundo aproximadamente seis millones de personas son afectadas por la enfermedad de Parkinson. Así lo indica la Asociación Colombiana de Neurología que además define la enfermedad como una condición neurodegenerativa, que implica la muerte de neuronas que producen dopamina, componente crucial para la movilidad y el adecuado funcionamiento de las capacidades motoras del ser humano.

Fruto de esta enfermedad, en Colombia 220.000 personas aproximadamente sufren dificultades funcionales, cambios de marcha, problemas de balance o equilibrio, y temblor en estados de reposo. Condiciones que pueden ser confundidas por otras patologías.

Frente a ello, Betsy Jaramillo, especialista en Neurorehabilitación de Mobility Group, recomienda en el Día Mundial del Parkinson que quienes sufren de estos síntomas, consulten con un neurólogo o especialista para obtener un diagnóstico adecuado e identifiquen el tratamiento ideal.

“Es necesario que el paciente inicie un proceso de rehabilitación integral porque el parkinson afecta condiciones neurocognitivas, la velocidad de ejecución de movimiento y procesamiento de información. Estos procesos les permiten adaptarse y habituarse a la progresión de la enfermedad y disminuir las condiciones asociadas” indica la especialista.

¿Cómo debe ser el tratamiento de un paciente con Parkinson?

A pesar del daño neuronal, las terapias con precisión, calidad y repetición del movimiento generan en el paciente un mayor aprendizaje y favorece el proceso de evolución. Por lo que Jaramillo da las siguientes recomendaciones para pacientes que deben iniciar un proceso de rehabilitación:

  1. Trabajar la precisión y la calidad de movimientos mediante la activación de canales sensoriales que suplan a nivel espacial los componentes motores que se requieren a diario.
  2. Trabajo neurocognitivo y motor con terapias que preserven la energía del paciente.
  3. Estimular el proceso de neuro-plasticidad, es decir la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar como resultado de la conducta y la experiencia, por medio de equipos tecnológicos que garanticen repeticiones y patrones motores.
  4. Trabajo cognitivo y emocional con estrategias que permitan adaptarse a las necesidades del contexto y tengan en cuenta las necesidades del paciente.

Al momento de escoger un tratamiento de rehabilitación es clave inclinarse por un proceso que contenga ayudas tecnológicas de vanguardia y maneje una integralidad en cuanto a lo motor, cognitivo, emocional y de adaptabilidad, todo para fomentar una clara mejoría y garantizar la satisfacción de las necesidades del paciente.

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